Sin CABA chau PRO (*)

Si el peronismo pierde la provincia de Buenos Aires, se debilita la propia razón de ser de esa fuerza nacida y criada en los arrabales del área metropolitana. Más precisamente, ¿quién en su sano juicio pondría en duda la condición de kilómetro 0 del justicialismo tanto de Berisso como de Ensenada? Ello equivale a un torpedo pegando de lleno en su línea de flotación. Vale aclarar: siempre y cuando semejante impacto alcance también a su ejército de reserva estacionado en las dos principales mini gobernaciones no sólo del conurbano sino también de la provincia: La Matanza y Lomas de Zamora. Por ello, siempre vale la pena recordar con todas las letras que la columna vertebral del peronismo es el peronismo no bonaerense sino del conurbano bonaerense. LEER MAS

El trumpismo no morirá (*)

La suerte del ya lanzado a la candidatura presidencial 2024 Donald Trump solo el destino y eventualmente Dios la conocen aunque es cierto que los politólogos podemos aventurar algún análisis a partir de la información provista por las no concluidas aún elecciones de medio término de Estados Unidos. Créase o no, el sistema electoral de una de las democracias más antiguas y estables del mundo genera algunas novedades que llegan en tiempo real mientras otras pareciera que llegan a través de las carretas de las películas de John Wayne. A su favor, hay que decir que ello tiene mucho que ver con la existencia de un profundo federalismo que nuestra Argentina experimenta poco en su funcionamiento real. No obstante, hasta el propio ex presidente norteamericano reconoció en línea con la columna de Federico Tiberti publicada en Seúl que los resultados habían sido “en cierto modo decepcionantes”. A confesión de parte. LEER MAS

«Te armamos una Secretaría»: el Estado botín de guerra

“Te armamos una secretaría”. Frase textual del legislador nacional por la ciudad de Buenos Aires Leandro Santoro que alude a un ofrecimiento por parte del entonces jefe de gabinete de la administración Fernández, Santiago Cafiero. Vale decir, esta no es una práctica política aislada ni novedosa sino que llama la atención en un contexto dónde la marea bajó y tanto las bajezas de la clase dirigente como la chatarra estatal están a la vista. No es que ello no haya ocurrido antes, sino que en aquellos momentos que nuestro país está bendecido por un ciclo internacional de exuberancia financiera o de materias primas volando por las nubes, todo ese agujero negro queda bajo el nivel del mar. Por un rato nuestras miserias se van a dormir, in honorem Joan Manuel Serrat. LEER MAS