La entrada de China en la Organización Mundial de Comercio, permitió el mayor robo de empleos en la historia”, sentenció Trump en un acto de campaña en 2016. Ello fue parte de una seguidilla de 13 menciones negativas con relación al imperio oriental en ascenso. “Manipulación de monedas, robo de propiedad intelectual, actividades ilegales”, entre otras. Así empezó una larga batalla cuyo último capítulo, llega hoy hasta el coronavirus. “Es un virus chino”, firmado con su propio puño y letra. En tal sentido, esta guerra santa, retórica al menos, no sufrió los vaivenes habituales del Tuitero en Jefe de los Estados Unidos. Sin ir más lejos que el Covid-19, su opinión alternó desde “una pequeña gripe”, hasta “un enemigo invisible” que lo convirtió en “presidente de guerra”. LEER MAS
