Crédito: Epcot Center

Coronavirus en Argentina: el sueño de Walt Disney (*)

“Es mentira que mi padre fue congelado, ni siquiera escuchó acerca de la criogenia”, declaró hace unos años la hija del genial Walt Disney. Fue un gran mito urbano que, como toda fábula, tiene algún componente de realidad que lo torna verosímil. “Se non è vero è ben trovato”, reza el viejo adagio italiano. La idea no era nada descabellada. ¿Cómo alguien que legaba a la humanidad un proyecto de ciudad del futuro como Epcot Center, no podía tentarse con la idea de meterse en un súper freezer, para despertar en el año 2.100 con todas las soluciones científicas a sus dolencias e, inclusive, con una esperanza de vida de 130 años quizás? Tenía que correr mucho agua debajo del puente, así como una pandemia originada por unos inocentes murciélagos chinos, para que Argentina pruebe el experimento que no pudo ni siquiera realizar el célebre caricaturista. LEER MAS

Nacionalismo, el remedio de los gobiernos al coronavirus (*)

“Este es el esfuerzo más agresivo para enfrentar un virus extranjero” dispara el Tuitero en Jefe de los Estados Unidos, Donald Trump.  Sin perjuicio de la veracidad efímera de la sentencia, todo virus saca rápido su DNI local, hay un aspecto de su discurso que tiene coherencia con un guión político, sostenido desde los tiempos de la campaña electoral que lo consagró en 2016. Por aire, por tierra o por mar, resulta imperioso asegurar las fronteras para el goce y beneficio de los propios americanos. “América primero”. Es tiempo de levantar muros físicos, revisar tratados de libre comercio y renegar de acuerdos climáticos internacionales, firmados a expensas de los intereses de una América profunda nostálgica de los tiempos de esplendor, así como furiosa por el retroceso social y económico generado por políticas ajenas al interés de una clase trabajadora que construyó una América Grande a poner de pie nuevamente. LEER MAS

Nunca digamos nunca más endeudamiento (*)

«No soy el verdadero Leo Farnsworth» enfatiza el ex jugador de fútbol americano Joe Pendleton en «El cielo puede esperar», film protagonizado por el inoxidable Warren Beatty. ¿Mismo contenido en diferente envase? Semejante magia, solo puede explicarla un ángel travieso que sustrae el alma del deportista, antes de certificar su muerte tras un accidente. Tal imagen, debería resultarle familiar al ministro Guzmán, un disparador para pergeñar una remake de su propio tuit de la semana pasada. “El Nunca Más a los ciclos de sobre-endeudamiento puede esperar». En particular, es factible que nuestro Pepe Deuda, adquiera en el futuro un envase diferente al del Banco de Inglaterra de 1827, al de la Baring Brothers de 1890, al del naufragio mejicano de 1982 o al de la crisis de la convertibilidad de 2002. Pero, en última instancia, continuará agazapado para recordarnos que, detrás de su envase ocasional, Pepe Deuda sigue ahí. Vivito y coleando. LEER MAS