“Desde que asumí como presidente, apostamos a una inserción inteligente al mundo”. No fue la única alusión de Macri durante su discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas. Sin embargo, a pocos minutos de rodar la pelota en la cancha, apareció poca y ninguna referencia acerca de lo que implica tal política. Sí alguna palabra aislada sobre un acercamiento entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico que empalideció versus cualquiera de las tres menciones enfáticas a tres temas centrales para la política exterior de Estados Unidos. Derechos humanos, terrorismo y narcotráfico encarnado en la actual águila bicéfala del mal: Venezuela e Irán. En tal sentido, la jugada de Macri está clara. Juega un pleno a Trump y a Estados Unidos como plataforma política y financiera que le permita navegar su último año de gestión con alguna expectativa de reelección. O, al menos, de terminar el mandato. LEER MAS
