2019 está a la vuelta de la esquina. De aquí a un año, estará definida la grilla de candidatos para la pelea de fondo. Quizás mucho antes. En este contexto, resulta imposible que el oficialismo, al igual que la oposición, no miren con atención lo que ocurre en el territorio desocupado en disputa. Por diferentes motivos. Al día de hoy, Cambiemos ya mostró en dos elecciones el músculo político suficiente para atraer a una porción decisiva de ese electorado e imponerse en el eterno ballotage que supone el sistema PASO.
