No es una rivalidad del tipo Sonny Liston contra Floyd Patterson, el malo salido de la cárcel que le hizo sentir temor al propio Muhammad Ali versus el bueno que contaba sus dudas y sus miedos antes de las peleas. Es una rivalidad de los tiempos de la nueva política, o sea un antagonismo suave entre cercanos que se toleran y donde cada uno pelea con herramientas sutiles de imagen y de diferenciación en el margen. LEER MAS
